El amilanamiento que las autoridades manifiestan a la hora de
rendir cuentas a los progenitores que incumplen el deber que
les obliga a velar para que sus hijos acudan a clase se traslada
a las aulas;
hay alumnos que no van a clase por sistema, sabemos donde no
están pero ignoramos a qué dedican el tiempo que
roban a su formación.
Se arbitra un protocolo para paliar esta práctica, una
pantomima cuyo objeto, visto lo visto no es otro que justificar
un procedimiento para después argüir que se ha hecho
todo lo posible, que se ha intentado y patatín y patatán.
Llevo tres cursos en la comisión de absentismo que tiene
por misión detectar a los niños que no van a clase,
denunciarlo y tomar medidas para que acudan a clase, y estoy
desanimado. La Fiscalía de Menores debe tener mucho trabajo,
o trabajan poco, o hay pocos efectivos, pero el hecho es que
no se hace nada de nada. Cada curso hemos de empezar de cero
con alumnos que sabemos a priori no van a asistir, invertimos
nuestro tiempo, levantamos actas, elaboramos un programa de
buenas intenciones que se quedan en papel, hasta la próxima
reunión donde de nuevo seguimos el mismo esquema y así
hasta el infinito y más allá. Los niños
siguen sin venir, y uno al final tiene la impresión de
que es una figura-florero. Opino que se puede hacer mucho más;
para empezar cumplir y hacer cumplir la ley.
Estos niños comienzan a adquirir hábitos nada
saludables, coquetean con sustancias que les emponzoñan,
no saben qué hacer; no pueden trabajar por su condición
de menores de dieciséis años, así que sólo
pueden vagabundear, ¿qué futuro les espera?
La Fiscalía de Menores argumenta que estos casos no son
preocupantes, que los hay mucho peores y con eso se levanta
la sesión, no hay más preguntas. Punto.
El procedimiento para que un caso se tome en consideración
es tan farragoso, tan largo, tan lento que cuando se quieren
tomar medidas es demasiado tarde, los niños han cumplido
los dieciséis y como están exentos de Educación
obligatoria… se acabó.
Estoy cansado.
Juan C. López Santiago **
Jaraíz de la Vera
PeriódicodeExtremadura